Ingeniería amorosa

Dibujando un puente

que soportase su amor,

tuvo que diseñar mi mente,

para atravesar la pasión.

Calculó un túnel primoroso,

que perforase su corazón,

utilizó un topo cuidadoso,

para horadar en su razón.

Lubricaste su existencia,

con pasta de amistad,

acoplaron la persistencia,

con el aroma de la verdad.

No pudiste retener sus fluidos,

del amor que nació al amanecer,

aquellas lágrimas con sentido,

palabras que comienzan a crecer.

Retuvieron el aroma del silencio,

para que engrasase su soledad,

soñando con un futuro lento,

sus besos dulces al despertar.

Un pozo profundo fue ejecutado,

cuando desde su brocal la vio,

cuando en tus ojos se perdió,

un ingeniero raso emocionado.

Autovías salpicadas de fondas,

hoteles visitados con suspiros,

camas que recogen limosnas,

espejos que reflejan sentidos.

Y aunque título de perito posee,

no es ingeniero en obras,

puesto le gustan letras y odas

que maquilladas con azahar lee.

Y creo que ella sí es perita,

perita en dulce para su paladar,

le proyecta besos, arrimadita,

resuelve su dieta semanal.

 

Acodado está en su cintura,

soldado, maleable, a su alma,

a sus caricias embridadas de altura,

roblonados abrazos sin calma.

Casco le dieron al conocerte,

guantes cuando se acercó,

gafas de cerca, resplandecientes,

mascarillas contra la depresión.

Prevente, le ordenó su coraje,

de los riesgos de su corazón,

con su solera y su maridaje,

un buen vino anclado de ilusión.

Ilusión por diseñar,

un futuro a su medida,

con alto factor de seguridad,

por ello se esfuerzan día a día.

Es por ello, mi querida ingeniera,

hoy quiero dedicarles lo que recito,

una obra con calidades de primera,

una certificación firmada como amigos.

Obras demoradas más de una década,

con ayuda de familias completas,

levantáis vuestro destino,

veo vuestro amor correspondido.

En fin, amiga, te dejo mis ensueños,

dedicados por un poeta ingeniero,

con una pizca de sentimiento,

con una brizna de humor duradero.

Ahora ya toca recoger mis trastos,

de perito, escritor o poeta,

mi mente se disloca con tantos fastos

de un grupo de estudiantes cuyo piso peta.