El
año pasado 2012 nos dejaba con un dulce sabor a miel líquida en los labios, en
lo concerniente a mi pasión por la lectura y la escritura.
Y
es que un amigo mío, gran maestro ajedrecista, Ljubo Ljubojevic, después de
leer "El rey de la mina", el cual me dijo que le había encantado, por
lo tierno, original y bastante real, y tras una sugerencia mía, se lo envió al
gran periodista especializado en ajedrez, Leontxo García, el cual le dijo que
le había gustado mucho, y se lo reenvió a D. Arturo Pérez-Reverte, que era el destinatario soñado.
En
una comida que tuvieron ambos amigos en Bilbao, el gran escritor le dijo al
periodista que había leído "El rey de la mina" y que le había
gustado.
En
fin, mis agradecimientos a Ljubo, a Leontxo y por supuesto, al gran maestro y
escritor de cabecera, Arturo Pérez-Reverte, por su tiempo, y por expresar su
opinión a mi humilde relato.
Un
abrazo a los tres. A veces los sueños se hacen realidad.
Juanjo
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