miércoles, 10 de abril de 2013

Amor angelino



Hace años de esta historia,
aunque mi mente divaga,
en busca de memoria,
mi alma se disfraza.

Sueña con amigos regios,
con amores en la distancia,
fidelidades que no conocen precios,
soledades que aman en calma.

Su cariño por cable fue cimentado,
a través del chat fueron halladas,
un hada logró juntar estas almas,
un hombro necesitaba ser apoyado.

El tuvo un enroque prematuro,
su primer amor lo dejó tocado,
en gloria esté su futuro,
ver a Pedro de nuevo, enamorado.

Amor angelino, amor lejano,
María le canta a este cantor,
un poema de primera mano,
una oda salida del corazón.

Su hijo David heredó,
las dotes musicales del padre,
ya hizo abuelos a los dos,
el niño celebra a diario festivales.

Enamorados acuden cada año,
a regalar mimos trasatlánticos,
envueltos en cariño abigarrado,
animan corazones con cánticos.

Los Ángeles celebra con orgullo,
ver un jiennense entre sus ciudadanos,
Santo Tomé apoya con sus arrullos,
a María, cada uno de sus paisanos.

Han cincelado su amor “enredado”,
el toro han cogido en ‘suerte’,
yo celebro con cariño desusado,
que un amigo triunfe siempre.

En la plaza y en la vida,
en el amor y en la pasión,
su amistad no tiene parangón,
hace ya una década, solícita.

A una llamada a destiempo,
a unas risas entre compañeros,
a un continuo desvelo,
por un abrazo sincero.

Por todo lo vivido,
por aquello que nos queda,
con unos versos de poeta,
doy cuenta de nuestro recorrido.

Sigamos aprendiendo música, Pedro,
para regalar a nuestras mujeres,
el más bello de los cuentos,
el más sutil de los placeres.

Regalarles sonatas de terciopelo,
anhelar por ello un beso,
soñar cada noche con su regalo,
despertar cada mañana a su lado.

                Con mi amistad,

                                               Para María y Pedro,

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