domingo, 20 de octubre de 2013

La gestión del agua en la minería del distrito Linares-La Carolina en los siglos XIX-XX



“LA GESTION DEL AGUA EN LA MINERIA DEL DISTRITO LINARES- LA CAROLINA EN LOS SIGLOS XIX-XX”
Autor:              Juan José Argudo García. Ingeniero Técnico de Minas. Técnico Superior en PRL y Auditor en Prevención de Riesgos Laborales.
 Jefe de Servicio del Consorcio de Aguas de La Loma de Úbeda (Jaén-España). Sociedad Mixta del Agua-Jaén, S.A. (somajasa)
         C/ Cruz verde, 14 bajo – 23320 Torreperogil (Jaén)
         juanjose.argudo.garcia@somajasa.es       
INDICE
Resumen/ Abstract
Introducción
Antecedentes históricos
Hidrogeología del sector Linares- La Carolina
La importancia de la gestión del agua en la minería. El desagüe.
Impacto de la tecnología minera en la sociedad de los siglos XIX-XX
Conclusiones
Bibliografía

    
RESUMEN
El enclave minero plúmbico por excelencia, que es Linares- La Carolina, en Jaén, España, durante los siglos XIX-XX de nuestra era, se convierte en un zona tan importante, con un paisaje minero único, con una historia en su comarca de más de 4.000 años, con un patrimonio arquitectónico e industrial sobresaliente, una de las regiones con mayor trascendencia e importancia de minería no férrica mundial, un distrito minero que llegó a ser el mayor productor de plomo en el mundo en 1867, alcanzando cotización internacional, un bien tan excepcional, como para estar siendo estudiado su condición de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Y dentro de la actividad minera durante más de una centuria, y con un período álgido de tres décadas, la gestión del agua se convertiría en el primer problema a resolver de una manera eficaz, donde el “desagüe” fue fundamental para la continuidad de las labores extractivas.  El modo de afrontar este requisito necesario, en función de la tecnología disponible en cada momento, hace que se produzca una catarsis en la producción, y por ende, en las consecuencias que provocó en la sociedad, es el tema central de este artículo, que pretende poner de relieve la importancia que tuvo una correcta gestión del agua en la minería del plomo linarense.
Palabras clave: agua, desagüe, gestión, minería, patrimonio.
ABSTRACT
The mining lead area par excellence, is Linares- La Carolina, Jaen, Spain. During the XIX and XX centuries it became a very important area, with a unique mining landscape, with a history of more than four hundred years in its region and with an outstanding architectonic and industrial patrimony. It is  one of the  most important region in mining no irony in the world, a mining district which became the greatest producer of lead in the world in 1867, obtaining international valuation, a exceptional good that was considered a patrimony by UNESCO.

Within the mining activity, for more than one century and in a period of more three decades, the water management was the first problem to resolve in an efficient way. The drainage was essential in the extractive tasks. The way to face this requirement, with the available technology in each moment provoked a catharsis in the production, and its consequences in the society. That its the main subject of this article with tries to underline the importance in water management in the lead mining in Linares.
Key words: drainage, heritage, management, mining, water.

INTRODUCCION
El distrito minero Linares- La Carolina, Jaén- España, es considerado como uno de los enclaves mineros más importantes de la minería no férrica mundial (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 4) siendo su período de máximo esplendor durante los siglos XIX y XX. La actividad minera tiene una antigüedad de más de 4.000 años, hacen de esta zona un referente único para el estudio de la minería del plomo, de la cual, el distrito llegó a ser el mayor productor del mundo, superando a Inglaterra, en 1867, a finales del siglo XIX. Linares y por extensión, Andalucía, es una de las regiones con una más larga y continuada historia minera (Fernández-Rubio y Lorca-Fernández, 2002, 85 ver figura 1), debido a que la explotación de los metales constituye probablemente la más antigua de las industrias humanas y uno de los factores de desarrollo de las civilizaciones (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 4). La consecuencia más importante de estas labores extractivas fue la necesidad de contar con una extensa red de ferrocarril, que dio lugar a la existencia de cinco estaciones férreas, además de un tranvía solamente habitual en las mayores ciudades españolas de la época (Moreno-Rivilla, 2000, ver figura 2).
     



Fig.1. Localización de las labores mineras en Andalucía                 Fig.2. Red de ferrocarril en el sur de España s. XIX
en el siglo XVIII. (Fernández-Rubio, 2002)                                         (Soler-Belda, 2000)
Location of the mining works in Andalucia in XVIII.                          Railway net in the south of Spain in XIX.

Dentro de las cuestiones a las que se tuvo que hacer frente en esta época de la minería linarense de tanta relevancia internacional, fue el problema del “desagüe” del agua de la mina, tantas veces enemigo molesto y mal encarado, (Fernández-Rubio y Lorca-Fernández, 2002, 85). Un problema, que según los expertos en la hidrogeología del sector minero Linares- La Carolina, se resolvió, mediante el llamado “socavón de desagüe” de Linares, construido a destiempo y con escasos resultados en su función básica de facilitar la explotación de las minas (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 79).

 Fig. 3. Socavón general de desagüe de Linares. (Gutiérrez-Guzmán, 2007)
General Hole of drainage in Linares.

Una gestión del agua necesaria y apropiada, que actualmente puede convertirse en un valioso activo ambiental, (Fernández-Rubio, 2008, 23) contribuyendo mediante la extracción de la misma, como aportación a los abastecimientos urbanos, industriales o agrícolas. Esta gestión se basaba en aplicar la tecnología disponible para la extracción del agua a la superficie, y de esta forma, asegurar la continuidad de las labores extractivas. Esta tecnología viró de forma espectacular con la aplicación del vapor, mediante el empleo de la tecnología proveniente de la región de Cornwall, Inglaterra. En capítulos posteriores veremos cómo evolucionó la tecnología aplicada desde los “tornillos de Arquímedes” de la época romana, pasando por los malacates, hasta llegar a la tecnología de bombeo Cornish, conservándose en la actualidad 32 de los edificios que alojaban dichos elementos en todo el paisaje minero, catalogadas como elementos sobresalientes. (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 20).

Fig. 4. Esquema de la casa de bombeo Cornish s. XIX. (Pérez- Sánchez, 2000).
         Cornish-style engine house of pumping in s. XIX

ANTECEDENTES HISTORICOS
El siglo XIX supone una época fundamental para la minería linarense, y por ende, para la sociedad de Linares. La incipiente inmigración motivó el crecimiento del núcleo urbano, afectando al urbanismo y a la cultura tradicional, alcanzando su apogeo con la concesión del título de ciudad en 1875 y la constitución de un juzgado de 1ª instancia en 1876 (López-Cordero, 2003, 7). Asimismo a finales del XVIII entró en vigor el régimen demográfico moderno en España, y comparando la ciudad de Linares y la capital, Jaén, en 1877, se aprecia el notable aumento de población, motivado fundamentalmente por el trabajo minero. Linares contaba por entonces con 31.124 habitantes, mientras que la capital, sumaba tan sólo 24.392, frente a una población total provincial de 403.370 habitantes. Y si tomamos el dato de La Carolina, también se observa el impacto brutal de la minería. Entre 1905 y 1917 se pasó de 9.851 a 19.560 habitantes, casi en su mayoría inmigrantes alemanes, flamencos, franceses, ingleses, suizos e italianos (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 13).
Otro aspecto fundamental asociado al despegue económico fue en 1850, la aprobación de una serie de nuevas leyes. Desde 1825 con la “Ley de Minas”, que establecía que todos los yacimientos pertenecían a la Corona, en 1859 se promulgó otra “Ley de Minas”, que liberalizó el sector minero, permitiendo la entrada de capital extranjero, la exportación fuera de nuestras fronteras y los bajos salarios, hecho que provocó la Revolución de 1868 y la publicación de la “Ley de Bases para la Legislación Minera”, en la que el gobernador civil poseía la facultad de otorgar concesiones, que las concesiones tenían carácter perpetuo y en lugar de exigirse el laboreo para mantener la concesión, era suficiente el pago de un canon (www.elergonomista.com, 2005). A partir de 1868, la exportación de minerales se extendió por todo el mundo, lo que dio lugar a una capitalización internacional, y a una bajada de los precios. Así, las exportaciones de barras de plomo conservó el segundo lugar, a continuación del vino, en las exportaciones españolas.


Por lo que España, y concretamente Linares- La Carolina alcanzó el liderazgo mundial en la producción de plomo, por delante de Inglaterra, desde 1869 hasta 1881, suponiendo la década de esplendor de la minería linarense. En 1864 se contaron hasta 275 minas explotadas en Linares- La Carolina, sin contar las del Estado, con 3.147 obreros, con unas 22 máquinas de vapor en funcionamiento para extracción del agua, y una producción de 196.184 Qm, pasándose en 1868 a 3.866 obreros, con 23 máquinas de vapor, y una producción anual de 352.667 Qm (López-Cordero, 2003, 8).

Tabla 1. Censo de minas en el distrito minero en 1.889. (Gutiérrez-Guzmán, 2007)
                Census of mines in the mining district in 1889.

Aunque hay que resaltar en qué situación trabajó el proletariado en las labores extractivas mineras. Los salarios como ya se ha comentado, eran muy bajos, lo que provocaba que no pudiera disponer de viviendas salubres e higiénicas, con un factor exponencial agravante del trabajo minero subterráneo, las emanaciones de plomo (López-Cordero, 2003, 11). Además también había que considerar que las largas jornadas de trabajo, provocaban que los obreros dormitaran a la intemperie en el mismo lugar de trabajo, para no perder tiempo, debido a que la producción no podía parar. También muy importante la labor de los niños, que trabajaron en socavones de desagüe, que debido a que se realizaban en terreno estéril, se horadaban con la menor sección posible, y eran tan pequeños que sólo fueron construidos por niños o personas de escasa estatura, y generalmente de rodillas (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 78).


HIDROGEOLOGIA DEL SECTOR LINARES- LA CAROLINA
El distrito minero se localiza en la vertiente sureste de Sierra Morena, en el límite suroriental del macizo Hespérico (Hidalgo-Estévez et al, 2002), en el batolito granítico, lugar de un importante enclave metalogénico filoniano (Benavente-Herrera et al, 2002), con una extensión aproximada de 80 Km2. En cuanto a las características, hay que decir, que aunque el granito presente un comportamiento poco permeable, en este caso, aparece fracturado con alta intensidad, que da lugar a una permeabilidad secundaria, dan lugar a zonas de circulación preferente del agua subterránea (Hidalgo-Estévez et al, 2002). A pesar de ello, él área es considerada por los estudios hidrogeológicos regionales como una zona “sin acuíferos de interés”, aunque como se ha indicado en la tabla nº 1, el nº de explotaciones mineras en el término de Linares- La Carolina del censo de 1889 era de 697, provocaba que el número de huecos en el granito, por las refracciones de antiguos pozos y de galerías mineras, unos 13 millones de m3 , que actúan como colectores hidrogeológicos (Fernández-Rubio, 2008, 27) acorde con el número de concesiones otorgadas, la mayoría de ellas, inundadas debido al cese de la actividad extractiva en las minas desde mediados del siglo XX, período intenso que culmina con el cierre de la última concesión minera, en el año 1.991 (Pérez-Sánchez y Schwartz, 2006). El problema del agua, y en concreto de su extracción, para dar continuidad a las labores, ha sido tratado de distinta forma en función de la orografía del terreno. Así mientras que en el área de Linares, se realizaba mayoritariamente mediante bombas de balancín, accionadas por máquinas de vapor, en el distrito La Carolina- El Centenillo, la extracción del agua de las galerías, como se verá a continuación, se realizaba por gravedad, debido a los mayores desniveles topográficos, mediante “socavones” ó “caños” (Benavente-Herrera et al, 2002).
 
Sobre mitad del siglo XX, a finales del 1.950, y debido a que las labores se ubicaban en profundidades de 600 m de magnitud, se intentó reducir los costes de bombeo, proyectándose una galería general de drenaje, a una cota de 200 m por debajo del batolito, que atravesara los principales filones en explotación. La obra concluyó en 1.963, debido a la profundidad de 250 m, y con una longitud total  de 12 Km., y con salida hacia el río Guadalimar, afluente del Guadalquivir (Benavente-Herrera et al, 2002). (Ver figura 5).


Fig. 5. Esquema hidrogeológico simplificado a lo largo del socavón general de desagüe de Linares (Hidalgo-Estévez et al, 2002)
                Hydro-geologic simplified diagram around of general drainage hole of Linares.  

LA IMPORTANCIA DE LA GESTION DEL AGUA EN LA MINERÍA. EL DESAGÜE DE DRENAJE

El primer punto de partida de una explotación minera es la necesidad de drenaje, no sólo de las aguas que se localizan bajo nivel freático, sino también aquellas otras receptoras de precipitaciones atmosféricas o que interceptan aguas superficiales (Fernández-Rubio, 2008, 24). Además, para que el desagüe sea eficiente, debe implicar el menor costo posible, por lo que es necesario y fundamental conocer de forma profusa el sistema hidrogeológico-minero, realizando actualizaciones, y por ende, adecuaciones de las operaciones a lo largo de todas las labores mineras.
           
Fig.6. Drenaje de mina en frente de galería (Foto: R. Fernández Rubio, Fernandez-Rubio, 2008)
                               Mining drainage in front of gallery.  

Como se ha esbozado en el punto anterior, el drenaje de las aguas subterráneas en la minería es uno de los problemas fundamentales, y en concreto en el distrito de Linares- La Carolina, disponemos de ejemplos de dos de los sistemas más ampliamente aplicados para dicho fin: el drenaje mediante la realización de un socavón general de desagüe, que se pude realizar en terrenos donde las características geológicas sean factibles. Y en segundo lugar, tenemos la extracción del agua directamente desde la bolsa subterránea, utilizando los distintos métodos disponibles, en función del desarrollo de la tecnología a emplear (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 9). El primer tipo se da sobre todo en el área de La Carolina- Centenillo, y posteriormente en el distrito de Linares, con la construcción del “socavón general de desagüe”, allá por 1.950.

Tecnología empleada
Desde el tiempo de los romanos, se aportó soluciones tan inteligentes, que se mantuvieron en vigor, con escasas variaciones, hasta la aplicación de la fuerza motriz a mediados del XIX (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 77). Buen ejemplo de ello, es el “tornillo de Arquímedes”, evacuando el agua de las minas, mediante el método denominado “a sangre”, es decir movidas por fuerza muscular, al igual que las norias, encontrándose 7 unidades en 1.911 algunas en buen estado, por parte de Horase Sandars, en el distrito de El Centenillo (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 9) (ver figura 7). De este tornillo, inventado por Arquímedes de Siracusa (287 a 212 a.C), se encuentran reproducciones en la obra De Architectura de Vitrubio (Fernández-Rubio, 2002, 89).
           
Fig. 7. Tonillo de Arquímedes. (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 83). Arquímedes’ s screw.
                   
Fig. 8. Tornillo de Arquímedes encontrado en El Centenillo (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 83)
                Arquímedes screw found in The Centenillo district.

A continuación se emplearon los malacates, muy empleados para labores de extracción en profundidades medias, el cual consistía en un tambor unido a un eje vertical, que se hacía girar con el empleo de tracción animal. Éstos eran económicos y sencillos.

Fig.9. Esquema de un malacate del siglo XIX. (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 10)
          Diagram of Malacate of XIX century.

Aunque la auténtica revolución y hecho trascendental fue la aplicación del vapor a las tareas extractivas. Este hecho supuso una nueva forma de organizar los trabajos mineros, y de asegurar la continuidad de las explotaciones. Además la llegada de la Revolución Industrial, provocó el espaldarazo definitivo para que Linares- La Carolina, y por extensión, España, superara a Inglaterra, y se colocara a la cabeza mundial de la producción de plomo metal (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 217).
La sustitución de tornillos y malacates por la máquina de vapor permitió alcanzar cotas más profundas, y por ende, descubrir filones más ricos. De hecho, la minería linarense fue recogida por la prensa de Cornish, distrito minero por excelencia del sudoeste de Inglaterra, que influyó de forma decisiva, exportando su tecnología, sus ingenieros y sus mineros al distrito de Linares- La Carolina, y en concreto por el Capitán J. Malachy, un minero de gran experiencia de Cornish, que viajó hasta Linares para inspeccionar las labores mineras (Pérez-Sánchez y Schwartz., 2006, 2). Es de notar que la primera máquina de vapor, tipo Compound, se embarcó desde los puertos de Inglaterra en 1844 y fue transportada hasta el Puerto de Sevilla, la cual se instaló en el filón La Cruz (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 218), aunque la primera máquina de vapor, con excelentes resultados en cuanto al drenaje de la mina, fue de cilindro vertical y balancín tipo Cornish,  se instaló en la Mina Pozo Ancho, allá por el año 1849, debido a las labores dirigidas por el ingeniero Duncan Shaw, el cual crearía la compañía The Linares Lead Mining Co, comprando las primeras concesiones mineras sobre el filón Pozo Ancho (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 218).

Los resultados espectaculares de la máquina de vapor en la mina Pozo Ancho, dieron lugar a que se instalaran en el resto de filones del distrito, a excepción de la mina de Arrayanes, que era titularidad estatal (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 219). Aparte a esta tecnología, se empleó algunas máquinas de vapor de acción directa para el desagüe, conocidas como máquinas “bull” (ver figura 10).

            Fig. 10. Esquema de una máquina de bombeo directo,
“bull” (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006)
                Diagram of a direct pumping engine, type “bull”

Una vez que se podía continuar con las labores mineras, gracias a la labor de desagüe de las aguas de las galerías, el proceso metalúrgico continuaba con una segunda fase que era la trituración del mineral, labor que se llevaba a cabo en los Lavaderos. Es significativo que en el distrito minero se construyeran lavaderos con la más alta tecnología disponible en el momento, con el aprovechamiento de los desniveles terrenales. Por ello, hay que destacar el Lavadero de la Mina  de Arrayanes que, equipado con tecnología de la Humboldt Company, de Kark, Alemania, se inauguró en 1.891, y llegó a ser reconocido como el más avanzado de Europa (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 11) (Ver fotografía 11).

Fot.11. Lavadero de la Mina de Arrayanes. (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 35)
                Washing place of Arrayanes Mining.
               
Como se ha comentado en la introducción, el aumento considerable y exponencial de la producción de plomo en Linares, y en La Carolina a partir del inicio de los trabajos, que comprendían además los términos de Santa Elena, Carboneros y Baños de la Encina, hacen que el distrito se sitúe a la cabeza durante el primer cuarto del siglo XX (Molina-Vega, 2000, 391). Con la caída de los precios entre 1902-1903, muchas explotaciones de Linares no logran sobreponerse y la producción se centra en las minas de La Carolina, alcanzando a partir de 1.909, la producción del 66% del total de la producción del distrito (Molina-Vega, 2000, 394).

Aún así, era fundamental dar salida al mineral producido, por lo que se tuvieron que construir varias líneas de ferrocarril. Para ello contó, con cinco estaciones en Linares, que contaba con una adicional línea de ferrocarril “minero”, que recorría las principales instalaciones de las más importantes compañías (Colectivo-Proyecto-Arrayanes, 2006, 12). Mención aparte merece la importante línea de Linares- La Carolina, que tenía paradas en Guarromán y Carboneros. (Ver figura 12) y la línea Linares-Almería, que se construyó para darle salida al mineral por el mar Mediterráneo.


                Fig. 12. Plano de Linares ampliado, con la situación de las estaciones
y el recorrido del tranvía. (Soler-Belda, 2000, 428)
                Extended Plane of Linares, with the situation of stations and the railway run. 

IMPACTO DE LA TECNOLOGIA MINERA EN LA SOCIEDAD DE LOS S. XIX-XX
“La Tecnología nace para satisfacer necesidades humanas”, nos argumenta Ortega y Gasset en 1933 en su Meditación de la Técnica, quizás en el primer tratado filosófico acerca de lo que significa y se entiende por “lo tecnológico” en nuestra sociedad occidental y moderna (Pérez-Sánchez, 2000, 261). Es a comienzos del siglo XX, cuando se reflexiona por primera vez, acerca del impacto que la tecnología provoca en la sociedad, de cómo nos permite evolucionar, otra gran idea desarrollada por el magnífico filósofo español. Es por ello que las industrias de ese tiempo deben de adaptarse a la tecnología disponible, eje vertebral de los condicionantes que se dieron para provocar la Revolución Industrial (Pérez-Sánchez, 2000, 262). Desarrollada entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX, su origen radica en Inglaterra, en primer lugar, extendiéndose al resto de Europa, que sufrirá el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad desde el Neolítico (www.es.wikipedia.org, 2009).
Concretando estas transformaciones a nuestro ámbito minero, queda de manifiesto demostrado que hasta bien entrado el siglo XIX, nuestras necesidades se satisfacían de una manera muy arcaica y muy anquilosada en el pasado. Y es con el desarrollo de la tecnología del vapor cómo, desde Newcomen hasta Trevithick en Cornwall, pasando por Watt, se evoluciona en el desagüe de las minas (Pérez-Sánchez, 2000, 263) y se alcanzan cotas insospechadas de producción, y unos niveles de progreso, con la constitución de compañías, si bien es cierto con capital extranjero (Moreno-Rivilla, 2000, 250) con un crecimiento demográfico espectacular durante 1.850, con una población estancada en la primera mitad del siglo XIX, a una cota del 86% de crecimiento en 10 años (López-Cordero, 2003, 2). Hasta que, con el declive del precio del plomo a comienzos del siglo XX, se prolongó la actividad por otros casi 90 años, aunque se redujo de forma irremisible por la baja remuneración, los altos costes y el empobrecimiento de filones, clausurándose de forma progresiva cada explotación del distrito (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 230).
Además el desarrollo de las labores mineras, condujeron a un modo de vida del minero con graves deficiencias; largas jornadas de trabajo, condiciones de trabajo muy extremas, sometidos a muchos riesgos (emanaciones de plomo que podían provocar saturnismo), salarios muy bajos, debido a que abundaba la mano de obra extranjera, viviendas que no reunían las mínimas condiciones de salubridad, agraviado con la falta de higiene personal hecho que provocaba que muchos mineros durmieran a la intemperie en los mismos lugares de trabajo, que mejoró con la llegada del ferrocarril y del tranvía.

CONCLUSIONES
La singularidad y variedad arquitectónica  que a lo largo de más de 120 Km. de radio, que corresponde a la extensión del distrito minero (www.ideal.es, 2009) supone un motivo más que suficiente como para unir los esfuerzos de las Concejalías de Turismo y Patrimonio del Excmo. Ayuntamiento de Linares, a la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, con la meta bien clara y manifiesta: que las siluetas que han dado forma al paisaje minero del distrito Linares- La Carolina, cobren vida en un ambicioso proyecto turístico, donde la recuperación, valoración, protección y divulgación de los lugares más significativos de la zona, (Argudo-García, 2000) den esplendor al núcleo central: la mina visitable en el filón de los Lores, dentro del Parque Minero, con una tecnología expositiva en el Centro de Interpretación de última generación, en pleno siglo XXI, para dar a conocer los sistemas de tratamiento  y explotación del mineral, con la exposición del modo de vida de los mineros, mujeres y niños (www.ideal.es, 2009) de los siglos XIX y XX.
Esfuerzos realizados, desde el cierre de la última explotación minera, allá por 1991, por el Colectivo Proyecto Arrayanes (www.proyectoarrayanes.org), para recuperar la dignidad de nuestro pasado, deberían verse correspondidos con una designación por parte del organismo internacional para ser incluidos en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad. Y con la creación del Museo y del Centro de Interpretación de la Minería, poner de manifiesto la grandeza de nuestra tierra, y respetando la arquitectura originaria, rehabilitar los edificios Cornish para el Museo, con sus elementos, maquinaria y equipamiento, en el filón de Los Lores (ver fotografía 13).

Fot. 13. Pozo Santa Annie de la Mina La Tortilla. Inscrito en el Catálogo General de Patrimonio
Histórico Andaluz nº 14/65 (Gutiérrez-Guzmán, 2007, 279)
                Santa Annie shaft in the Tortilla  Mining. Inscribed in General Catalogue of Historic
Andalusian Heritage with nº 14/65.

Al igual que ocurre con otros centros mineros de referencia nacional y europea, el distrito Linares- La Carolina, centrará los esfuerzos en ofrecer una museografía diferente y de última generación, y debido a la ubicación perfecta, cerca de  la futura Autovía A-32 Córdoba-Linares-Albacete, la cual ya se encuentra en fase de ejecución en algunos tramos de la provincia de Jaén, dan la posibilidad al futuro visitante de remontarse en la historia linarense, pudiendo realizar otras actividades de ocio en la ciudad según la interesante oferta. La inversión es muy importante, más de 4,2 millones de euros, como para atraer, según los estudios de mercado, a unos 200.000 visitantes/año, según las previsiones del área de Turismo de la ciudad de Linares, aumentarían de nuevo las expectativas en plena crisis, mejoraría los niveles de empleo y dotaría a la ciudad de un motivo por el que volver al pasado, volver a la leyenda, para mejorar el futuro.

  
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Wikipedia, La Enciclopedia libre. 2009. 08/07/2.009
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(Este artículo fue publicado en la prestigiosa revista internacional De Re Metallica, que edita la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero, SEDPGYM). 

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