domingo, 20 de octubre de 2013

La biomasa: una energía con futuro prometedor.




La biomasa: una energía con futuro prometedor.

Por Juan José Argudo García. Ingeniero Técnico de Minas, especializado en Recursos Energéticos, Combustibles y Explosivos.
juanjose.argudo.garcia@somajasa.es. Somajasa está participada por la Diputación Provincial de Jaén y por Acciona Agua.

El origen del término energía proviene el griego “enérgueia”, que significa “que contiene trabajo” y según el diccionario de la Real Academia Española, el término “biomasa” se define, en su segunda acepción, como la materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía. Ésta última es la que se maneja en términos energéticos, por lo que si unimos los dos conceptos estamos ante una materia que contiene un trabajo, realmente, ante un recurso energético que bien aprovechado, puede generar un trabajo, bien sea en forma de energía mecánica, energía eléctrica o en forma de energía calorífica. Estos “apellidos” con que bautizamos a la energía, nos informan con qué fin último está asociado cada tipo de energía.

La biomasa, como recurso renovable y no contaminante, ha sido utilizada en forma de leña y carbón vegetal como la base del suministro energético de la Humanidad durante muchos siglos. Mientras que nuestra tasa de utilización de dicha materia sea inferior a la de generación, será un recurso interesante y renovable, y además es un recurso que genera un mínimo impacto ambiental. Ésta segunda característica se aprecia en que los niveles de azufre y metales que contiene son mínimos, debido a que la combustión de biomasa, no genera gases de efecto invernadero (G.E.I.) como el CO2, puesto que el carbono procede del asimilado por las plantas, por lo que el balance total es nulo, en cuanto a emisiones se refiere.

¿Cuánta biomasa se genera en España?, nos preguntamos ante este recurso potencial que tenemos. España genera unos 30 millones de residuos agrícolas/año, que como contienen bajo contenido en humedad, su transformación útil mediante tratamientos termoquímicos, como la combustión, provoca que suponiendo una capacidad calorífica de la biomasa de 14,5 x 106 J/Kg, ciframos un potencial teórico de 10,4 millones de tep/año, que supone aproximadamente el 10 % del consumo energético actual. Por ende, sería muy necesario prestarle un poca de mayor atención a nuestros residuos forestales, agrícolas, ganaderos y a los cultivos energéticos que son la fuente de esta fuente de energía tan poco contaminante y con un futuro tan brillante.

Por este motivo, la Asociación de Productores de Energías Renovables de Andalucía (APREAN), nos informa que el consumo de combustibles fósiles conforma el punto de referencia del desarrollo tecnológico y del crecimiento social a nivel mundial -como nos argumenta Antonio Brufau, presidente de Repsol, a principios de este año en su articulo  “Hacia un modelo energético sostenible”, publicado en ABC el pasado 14 de enero, “a pesar de España prácticamente no poseer hidrocarburos, los combustibles fósiles son, y seguirán siendo durante un largo tiempo, la espina dorsal de nuestro consumo energético” -debido a que dichos combustibles provocan un riesgo ecológico, por las emisiones de GEI, la lluvia ácida, la producción de residuos tóxicos, la deforestación…



Concienciados por estos devastadores efectos, en el marco de la Feria Bioptima 2010 que se celebró el pasado mes de abril en Jaén, nos informó de su puesta en marcha de la nueva Área de Biomasa para impulsar su estudio y desarrollo. Considera esta plataforma de las renovables que la biomasa, es y debe ser, un “pilar fundamental dentro de las energías renovables”, máxime cuando nuestra tierra, Andalucía, lidera de forma clara, y meritoria la clasificación a nivel nacional en cuanto a centrales que utilicen la biomasa como recurso energético con 17 centrales en nuestra geografía andaluza, que producen unos 191 MW de potencia, casi el 40% de la potencia instalada a nivel nacional, una potencia que abastece a unas 246.000 personas/año.

Pero en Europa también creen en la biomasa como elemento capaz de dinamizar sus economías y como no, minimizar los efectos de los combustibles tradicionales. Así, en cabeza de los países que usan la materia orgánica con fines energéticos se sitúan: Francia, Suecia, Alemania, Finlandia y Portugal, con un 58 % de energía primaria producida con biomasa sólida, aunque en la clasificación per cápita, se sitúa Finlandia. En España, el objetivo del ambicioso Plan de Energías Renovables PER 2005-2010, ponía el listón en poseer al final de este año unos 1370 MW instalados en nuestras plantas de biomasa, altura difícil de alcanzar debido a que, según datos de la Asociación de Productores de Energías Renovables a nivel estatal (APPA), que recoge a las empresas con intereses y con inquietudes en el campo de las energías del futuro, como la biomasa, las potencia instalada a diciembre de 2008 era de 424 MW con inscripción definitiva, según datos que maneja la Comisión Nacional de la Energía.

Aún así, y sin arrojar la toalla, y como líderes del mercado nacional, la Consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera, presentó en Jaén, un importante proyecto para impulsar el mercado de la Biomasa del olivar. Para ello, un acuerdo entre el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, Consejería y la Diputación Provincial de Jaén, permitirá la instalación de calderas dotadas con esta fuente energética, en 95 municipios jiennenses, en centros educativos y en organismos municipales. Cuenta con una inversión inicial de 5 millones de euros, para que se introduzca la biomasa como elemento básico de producción de un combustible eficaz, y de otro modo, se consigue la recuperación de todos los residuos del olivar, que de otra forma se someterían a combustión en los olivares, un proyecto que pone en valor las actividades que se llevan a cabo dentro de la futura Ley de desarrollo sostenible.


Pero volviendo a nuestra tierra, hay que resaltar de nuevo como segundo hito que Andalucía también liderará la capacidad nacional en producción de Biodiésel, con 8 plantas en funcionamiento, 1 finalizada en Andujar (Jaén) y 3 en construcción, en Almería, Córdoba y Huelva, con una generación de 774.000 tep, según la Agencia Andaluza de la Energía, en estos momentos, está al rebufo de la Comunidad Valenciana, que con 616.600 tep, lidera el mercado estatal, puesto que las 8 centrales operativas de Andalucía, obtienen unas 594.000 tep operativas.

Y haciendo un vuelo raso para hacer un recorrido biomásico de Jaén, observamos que dentro de esta provincia andaluza, como comentamos anteriormente con el proyecto de la biomasa del olivar, saben aprovechar con bastante tino este recurso energético.

Primera fotografía: Una empresa en Cazorla, que se dedica a valorizar los residuos del olivar y de la poda forestal para obtener un combustible, denominado pellets, para usarse en el ámbito doméstico y en el ámbito industrial terciario. Biorenovables Cazorla, S.L., ubicada en el corazón agrícola del Parque Natural, ha provocado que disminuya la dependencia energética tradicional, que se compre un combustible a un menor precio, ha generado empleo rural, evita la quema indiscriminada de la poda y genera un balance neutro de CO2. En su primer año generaron 30.000 tn de pellets de biomasa, encargándose de la recogida, del transporte a la planta, la fabricación de los pellets y de la distribución y venta de los mismos.
     
Fot. 1A. Planta de Biorenovables            Fot. 1B. Astilla antes de entrar a la planta
Cazorla S.L.

Segunda fotografía: la Planta de Biomasa de Villanueva del Arzobispo. En esta planta generan energía eléctrica por la combustión del orujillo, con una potencia instalada de 16 MW, consume anualmente unas 335.000 tn de este residuo del olivar, y exporta al sistema eléctrico unos 113GWh año, aproximadamente el consumo de 30.000 habitantes. Con una inversión de 21 millones de euros, han creado 18 trabajadores fijos en la zona. El proceso de la central es un ciclo energético de vapor y colabora con el excedente en toda la Loma de Úbeda del orujillo, y minimiza el problema medioambiental de su eliminación. Además el proyecto se completa con una subestación eléctrica y con una línea de transporte de alta tensión de 132 KV y una Estación Depuradora de Aguas Residuales de la planta y de un parque de almacenamiento del orujillo. Todo un complejo industrial que desde el año 2003 está funcionando en esta localidad jiennense.

Foto 2. Planta de Biomasa de La Loma en Villanueva del Arzobispo.

Última fotografía: Se ha puesto una pica renovable en Linares. En esta tierra minera ha aterrizado Valoriza Energía, S.L., filial de Sacyr-Vallehermoso, en energías renovables para apostar por un futuro prometedor. Con el dato de la inversión, el estudio de rentabilidad debe de ser halagüeño: 82 millones de euros. 3 plantas. 51 puestos de trabajo directos. 3 compañías. COMPAÑÍA ENERGÉTICA DE LINARES. Planta de secado de alpeorujo mediante cogeneración, con una potencia instalada de 25 MW, generará la electricidad de unos 50.000 habitantes, y venderá unos 0,2 GWh/año al sistema eléctrico, tras una inversión de 37,8 % del total. Generará 13 empleos directos. BIOELÉCTRICAS DE LINARES. Planta de producción de electricidad con un combustible polibiomásico de olivar, orujillo, pino y otros cultivos energéticos. Será la única en la provincia que use este combustible, genera la energía de 30.000 habitantes, y con 21 empleos, supone el 50% de la inversión. COMPAÑÍA ORUJERA DE LINARES. Producirá aceite de orujo, proveniente del alpeorujo, con un tratamiento de 150.000 tn/año y con la creación de 17 puestos de trabajo que necesita un 12,20 % de la inversión total.



Fot. 4. Lugar donde se asentarán parte de las futuras instalaciones

Vista la radiografía biomásica de nuestra tierra, sólo añadir que si queremos ser competitivos energéticamente, debemos de otorgar a la biomasa, y a las energías renovables en general, el papel que tienen: deben de ir comiéndose cada vez la parte más  grande del pastel energético, para que la porción de combustibles fósiles sea cada vez más famélica, aunque como nos auguraba Brufau, temiéndonos tiempos peores, las inversiones públicas congeladas, y las privadas expectantes, esperemos que estos proyectos animen el mercado energético.

(Este artículo fue publicado en ENOVA. Energías limpias de Andalucía, en el nº 6/2010)

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