El blog de Juan José Argudo García. Un lugar donde archivar mi actividad literaria y otras inquietudes sobre arquitectura, ingeniería, urbanismo, literatura, escritores, libros, agua, energía, ciencia, música,...
sábado, 21 de mayo de 2016
EL AGUA: LA ECONOMÍA CIRCULAR Y LA HUELLA HÍDRICA COMO HERRAMIENTAS NECESARIAS PARA UNA GESTIÓN EFICAZ
“EL AGUA: LA ECONOMÍA CIRCULAR Y HUELLA
HÍDRICA COMO HERRAMIENTAS NECESARIAS PARA UNA GESTIÓN EFICAZ”
Por Juan José Argudo García.
Ingeniero de Recursos Energéticos. Ingeniero
Técnico de Minas. Jefe de Servicio y Coordinador de Zona en Sociedad Mixta del
Agua – Jaén, S.A (somajasa).
“Nessun dorma”, “Nessun dorma” (¡Que nadie
duerma!), comienza el aria del mismo nombre de una de las óperas más
conocidas y representadas de Giacomo Puccini, perteneciente al tercer acto de
Turandot, que viene a presagiar un duermevela relacionado con la gestión de un
recurso tan vital como escaso en algunas partes del mundo, y cuando las cifras
nos colocan en lugar incómodo, pareciera que acabáramos de despertar de una
siesta eterna.
En
este artículo se van a poner de relieve algunas de esas cifras y datos que
deben de hacernos estar alerta, muy alerta, y abandonar el estío continuo
frente al devenir, debido a que vivir el presente, pensando que es mejor que el
pasado sin pensar que debe de haber un “mañana” provoca que tengamos la
obligación de resaltar algunas herramientas necesarias para dotar a la sociedad
de un recurso básico e imprescindible poniendo el acento en los once objetivos
de Desarrollo Sostenible, que se debatieron en la pasada Cumbre de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible del año 2015. El objetivo 6 hace mención
al agua
limpia y saneamiento, mientras que el objetivo 11 focaliza la atención
en las ciudades y comunidades sostenibles. Unas ciudades que aún
conservan el mayor de los desafíos en sus periferias – no obstante, el
arquitecto italiano y senador vitalicio, Renzo Piano (ganador del premio
Pritzker, el nobel de la arquitectura), dedica su sueldo como senador para
estudiar cómo mejorar las periferias italianas con un equipo contratado de
jóvenes arquitectos – que alojan aún a 828 millones de personas. Unas ciudades
que suponen el 2% del planeta y que consumen entre el 60 y el 80% de la
energía, y provocan el 75% de las emisiones de CO2. Esa
descontrolada urbanización ha ejercido una descomunal presión sobre el
abastecimiento de agua potable, sobre la necesaria depuración de las aguas y la
falta de ella sobre todo y la salud pública, pues hoy día más de un millón y
medio de niños mueren al año por enfermedades contraídas por el agua.
Pero
entonces, la primera cuestión sería, ¿es
sostenible un mundo de 7.000 millones de habitantes, donde la desde el año 2007
más de la mitad de la población vive en las ciudades? El director británico
Peter Weber y Stephen Emmot de Microsoft y profesor invitado en la Universidad
de Oxford se lo preguntaron haciendo la estimación de que en el año 2100
seríamos 10.000 millones, e hicieron un documental intentando “despertarnos” de
la siesta, acentuando la cuestión de hacia dónde vamos y si es sostenible un
crecimiento demográfico tan desmedido. En el apartado relacionado con el
líquido elemento, nos indican que aún a fecha de hoy, existen 1.000 millones de
personas sin acceso a agua potable de “calidad” y apuntan que un 70% del agua
potable se destina a fines agrícolas. Y nos dejan entrever un nuevo concepto de
“agua
oculta”, al que regresaremos un poco más tarde.
Tabla 1. Number of people facing low, moderate, significant,
and severe water scarcity during a given number of months per year, for the
average year in the period 1996 –2005. [1].
La
tabla anterior pone de manifiesto y revela que Weber y Emmot llevan razón en su
documental titulado “10.000 millones” y que solo un cambio de paradigma y de mentalidad
nos puede “despertar” a tiempo, y como subrayan los autores del artículo
referenciado, Mekonnen y Hoekstra, la escasez de agua dulce se aprecia como un
riesgo en incremento, cuando ¾ partes de la población mundial vive por debajo
de las condiciones mínimas al menos una vez al mes (la mitad en Indica y
China).
Viajando
desde las islas británicas hasta la tierra del tulipán, nos encontramos con un
este joven profesor de la Universidad de Twente en Enschede (al este de los
Países Bajos, casi en la línea fronteriza alemana), Arjen Hoekstra, que en el
año 2002, tuvo una idea brillante. Pensó que sería interesante medir qué
cantidad de agua es necesaria para fabricar un producto, véase un pantalón
vaquero, una camiseta de algodón o un alimento. Y además calculó el agua que se
contamina con motivo de la fabricación de dichos alimentos o productos en la
cadena de producción (tabla 2). Y a la sumatoria de dichos volúmenes le dio el
nombre de “Water Footprint” – Huella Hídrica. Este gurú de la gestión
eficiente de las masas de agua nos desvela que un 90% del agua potable mundial
se dedica para fines agrícolas, y si tenemos en consideración que sólo entre un
1-4% es dedicado a consumo humano, tenemos que poner el foco en mejorar la
innovación tecnológica en los campos y cultivos, debido a que el modo actual
provoca estas “·externalidades negativas” haciendo que los campos sean
auténticos sumideros de agua que se distribuye sin ningún control.
Producto
|
1 kg
de azúcar
|
Tableta
de chocolate
|
Un
pantalón vaquero
|
Una
hamburguesa
|
Un
pollo
|
Una
camiseta de algodón
|
Litros
de agua en su producción
|
920
litros
|
2.125
litros
|
10.980
litros
|
3.000
litros
|
9.000
litros
|
1.200
litros
|
Tabla
2. Huella hídrica de
algunos productos y alimentos. Fuente: www.waterfootprint.org
Es
necesario por lo tanto, analizar los procesos de producción, los rendimientos
hídricos de las industrias, incentivar a las industrias que reduzcan su huella
hídrica, de tal manera que provoque un cambio de mentalidad y toma de concienciación
definitiva, subraya el profesor Hoekstra, porque además, la mayoría de los
alimentos son importados desde países donde sufren la escasez de agua indicada
con anterioridad.
Aunque
bien es cierto que en una economía globalizada, se pueden obtener productos más
baratos donde el agua no es valorada o apreciada, y en muchos casos se
desperdicia, porque puede tratarse de un país húmedo o porque el agua es
“regalada” o “subvencionada” por parte de los que conforman el último eslabón
del la gestión del ciclo integral del agua, y que están en contacto con los
ciudadanos, empresas, agricultores, etc., nos indica Hoekstra, reafirmándose en
que en una economía circular la huella hídrica es 0. Y en este contexto aparece
otra herramienta, que es la Economía Circular, que puede
definirse como una
ciencia social que estudia la asignación eficaz y eficiente en términos de
sostenibilidad de los factores productivos generando un proceso de producción o
prestación de servicios, que no conlleva la existencia de externalidades
negativas para el ecosistema. Insertando este concepto en la política europea,
podemos afirmar tal y como nos indica la Fundación Ellen MacArthur, que el PIB
de la Unión Europea podría crecer un 11% en el horizonte de 2030, mientras que
podía escalar hasta el 27% para el 2050, frente a los pobres crecimientos
actuales del 4% y del 15% previstos, con nuestro sistema económico lineal. Y
desde las Instituciones Europeas han apostado por este cambio de paradigma,
para estimular el cambio hacia la economía circular y fomentar dicho
crecimiento económico más sostenible y que cree nuevos puestos de trabajo
(estiman sobre unos 2 millones), así como aumentar la competitividad.
Profundizando en este concepto aplicado a la
gestión del Ciclo Integral del Agua, debemos “obligar” a nuestros dirigentes a
cerrar el ciclo con la puesta en marcha de las estaciones depuradoras de aguas
residuales necesarias para cumplir la Directiva Europea, sin más moratorias,
pues como nos indica el VII informe de la CE, aún no se ha llegado al 100% del
tratamiento de las cargas contaminantes – y lo que es más grave, aún hay
importantes capitales europeas que no hacen un tratamiento adecuado de sus
efluentes residuales, por lo que aún no se puede cumplir con lo que indica la
CE en su paquete sobre Economía Circular, sobre las medidas a tomar
para facilitar la reutilización del agua, incluyendo una propuesta legislativa
sobre requisitos mínimos del agua reutilizada, por ejemplo para el riego y la
recarga de acuíferos. Sería fundamental apostar por insertar de forma perpetua
la reutilización
del agua en el ciclo integral, porque provocaría que se dependiera de
la explotación de acuíferos, que continuáramos dependiendo de la pluviometría
con nuestras prerrogativas, y de tal manera que, aminorando la huella hídrica
en nuestros procesos tecnológicos e industriales, reduciendo esa “agua oculta”
a la que antes hacíamos referencia, y dotando a nuestros campos de la
innovación tecnológica necesaria para reutilizar cada gota de agua, porque como
nos dice, Antonio Castillo, hidrogeólogo de la Universidad de Granada y del
CSIC, “el agua es vida, es paisaje, es cultura, es ocio, es recreo, es turismo,
bebida y comida y motor económico,…” y de esta manera, poder dar un giro
completo a nuestro sistema productivo y económico, siendo partícipes de un
cambio de mentalidad en aquellos que deben dirigir el rumbo de esta nave
llamada Tierra.
Y
volviendo a Puccini y a su magistral ópera Turandot,…“All’alba, vinceró”. Venceremos cuando amanezca un nuevo rostro en
todos los que nos dedicamos, de uno u otro modo, a gestionar un recurso tan
vital y necesario como es el Agua, porque aunque sea complicado y difícil, el
esfuerzo habrá merecido la pena, y porque como nos dejó escrito Igor Stravinsky
en su Poética Musical, “aquello que
me libera de una dificultad me quita una fuerza, cuanto más nos comprometemos
con las obligaciones, más nos liberamos de las cadenas que atan el espíritu”.
Cuanto más difícil sea nuestra meta, más obligados estamos todos a remar hacia el
mismo objetivo. Lograr un mundo más
habitable y más justo. Ojalá que
al alba estemos totalmente “despiertos”.
REFERENCIAS
[1] M. M. Mekonnen, A. Y. Hoekstra, Four billion people
facing severe water scarcity. Sci. Adv. 2, e1500323 (2016).
[2] Weber, P. Ten thousands millions. Oxford Films
Productions. (2015).
[3]
Hoekstra, A. “Una economía circular implica una huella hídrica igual a cero en
las industrias”. Revista iAgua nº10. pp 84-89. 2016.
[5]
Fundación Ellen MacArthur. Hacia una economía Circular. Motivos económicos para
una transición acelerada. www.ellenmacarthurfoundation.org
[6]
Comisión Europea. Hoja Informativa. Paquete sobre Economía Circular. Preguntas
y Respuestas. Diciembre 2015.
(Este artículo ha sido publicado en la web www.interempresas.net/agua y será publicado en la Revista Enviropres en junio 2016).
(Este artículo ha sido publicado en la web www.interempresas.net/agua y será publicado en la Revista Enviropres en junio 2016).
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