viernes, 24 de mayo de 2013

Un nuevo paradigma: Cómo obtener enegía del conocimiento



Con el reflejo verdoso de la lámpara azotándole sobre los ojos cansados, la joven científica plegó velas hasta el día siguiente. Enfrente de un escritorio lleno de libros subrayados, anotaciones extraídas de cientos de artículos en cuadernos de tapas negras con hojas libres de cloro con una pluma titubeante y el miniordenador aún encendido, se preguntaba –estirando su atlético cuerpo - de dónde sacaba la energía necesaria para afrontar su primer artículo en una revista de renombre, tras un período de intenso trabajo en el laboratorio de un prestigioso Centro de Investigación de Ciencias Ambientales donde desarrollaba su labor profesional. Su jefa había confiado en ella para que pusiera negro sobre blanco cuánto había leído, estudiado y preguntado acerca de cómo demonios extraeríamos energía del conocimiento.

Y para no defraudar a su jefa, aparte de para probarse en tareas relacionadas con las publicaciones científicas, se ocultó bajo la piel de una escritora concienzuda y obstinada y cuando hubo leído lo suficiente – aunque para ella nunca era suficiente – comenzó la escritura del artículo. Estas anotaciones que siguen son sólo la punta del iceberg de cuánto había recopilado la científica. En un descuido, y mientras dormía plácidamente sobre el escritorio, un manojo de cuadernos desapareció y alguien que desconozco, lo dejó en la puerta de mi casa. Como todo lo que cae en mis manos es leído forzosamente, no pude reprimir el deseo de transcribir aquello que seguro echaría en falta la joven investigadora y que ahora vería la luz en otra publicación, no menos científica e interesante.

¿Cómo afrontamos el futuro energético?

En una entrevista al físico británico Steven Cowley en el programa Redes, Eduard Punset le preguntaba esto al científico, responsable del Laboratorio Culham en Reino Unido, dedicado a la investigación sobre la fusión nuclear. “El futuro dependerá de cómo utilicemos tres fuentes de energía principalmente: la energía del Sol, la energía de fusión nuclear y la fisión nuclear. Y para ello, dependerá de la tecnología que construyamos para obtenerlas y aprovecharlas al máximo. Ese será el mayor reto”. Y cuando subrayo la palabra tecnología recordé lo leído en un blog de Construmatica. El pasado 26 y 27 de octubre el Palacio de Congresos de Málaga, proyectado por A.Asenjo y asociados, tuvo el honor de reunir en torno a su arquitectura vanguardista, la Emtech Spain 2011, la conferencia de Tecnologías Emergentes del Massachussets Institute of Technology,  donde Jason Pontin, editor jefe de Technology Review, nos auguraba que la innovación en tecnologías disruptivas marcará el futuro de los negocios y la economía global, la nano-biotecnología, la robótica, etc., se concentró por primera vez fuera de EE.UU.

Pero volviendo a nuestra cuestión, el físico nos continuaba argumentando sus tesis de trabajo diario. “Nos quedan tal vez 100 años de combustibles fósiles, debemos de reducir las emisiones de CO2 y no depender de los combustibles tradicionales”, nos comentaba, haciendo hincapié en los tipos de energía que, dentro de veinte años, marcarán la pauta energética, y sobre todo la fusión nuclear, que persigue la reproducción de la energía de las estrellas en la Tierra. Y haciendo una predicción de futuro, en el 2050 la población mundial pasará de 6.600 millones a unos 9.000 millones, lo que provocará que se multiplique por dos las necesidades energéticas, mediante soluciones a gran escala. Por lo que la energía solar, que no está capacitada a nivel global, y la energía nuclear, que puede ser utilizada de manera segura, sin emisiones de CO2, controlando las radiaciones y asegurando los residuos, le dan los expertos la categoría de “sustituta” del petróleo en términos cuantitativos. Es decir, que si sumamos la limpieza ecológica de la energía solar y la eficiencia cuantitativa de la nuclear, obtenemos la energía nuclear de fusión, que es infinita, inagotable, que cuyas instalaciones de generación ocupan poco espacio, es segura, no emite residuos radiactivos ni contamina. ¿Cuál es el problema? La complejidad tecnológica. De nuevo la tecnología salta a la palestra. Tanto que algunos expertos en energía afirman que la supervivencia de nuestra especie dependerá del éxito o fracaso de esta fuente energética.

Luego volveremos a ella, porque me quiero detener en una anotación de un cuaderno negro  que creo es muy importante. “El Hierro será la primera isla del mundo que se abastecerá al 100% con energías renovables”, reza el titular de gran alcance. Una iniciativa única en el mundo, que leo en http://blog.construmatica.com, cuyo convenio fue firmado el pasado marzo por el Dr. General del IDEA, el Presidente del Cabildo Insular y la Promotora Gorona del Viento El Hierro S.A.  La isla canaria, reserva mundial de la Biosfera desde 2001, tiene una superficie de 278 Km2 y está situada a unos 1.500 m de altitud y cuenta con unos 10.668 habitantes. El proyecto contará con un parque eólico de 10 Mw. y una central hidroeléctrica de 10 Mw. (con un salto de agua neto de 682 m). La demanda eléctrica está basada en la Planificación Energética de Canarias (PECAN 2006) para 2.015 con 48 GWh/año y una demanda de agua sobredimensionada a 2.030. Todo un ejemplo de que cuando se unen las instituciones con la financiación privada y el interés medioambiental con el económico, el resultado solo puede ser muy positivo. Porque como afirmó la Agencia Internacional de la Energía en noviembre del año pasado, “la era del petróleo barato se ha acabado”, y el barril de Brent comenzó ha subir, tanto que en mayo de este año, el Ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián afirmó, tras preveer el pago de unos 50.000 € (el 5% del PIB) de la factura energética con una dependencia del 80% del exterior, que el precio del crudo ponía en riesgo la recuperación económica global. A pesar de la alta dependencia, el Informe Bloomberg de julio de 2011 nos llena de esperanza, pues nos informa que la inversión global en el año 2010 en energías renovables creció un 32%, llegando a los 211.000 millones de $, lo que supone un 540% más que en el año 2.004. Tras este dato, se preguntaba Javier Tahiri en ABC Empresa si había llegado el turno de las renovables. A lo que le contestaba el catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona, Mariano Marzo, que el “avance de las energías alternativas es imparable, así como la decadencia de las tradicionales. Es un proceso doble”. Así lo piensa también Carlos Gascó, analista de la AIE, que cree que la imposición de tasas a las emisiones de CO2 aprobadas en la UE y Australia beneficia la competitividad del sector, cuyo epicentro se ha desplazado al Este y a China. Líder mundial en emisiones de GEI ha realizado una apuesta por las EERR y es líder también en energía eólica y muy pronto lo será en energía nuclear. Tienen las materias primas y han importando el “know how” (es decir, la tecnología, que aparece de nuevo).     

Regresando al laboratorio británico, la pretensión de la fusión nuclear es imitar el proceso que tiene lugar en las estrellas, debido a que la energía solar proviene de una energía de fusión nuclear. Esta imitación, uniendo dos núcleos de deuterio y de tritio para la obtención de He + energía (en gran cantidad), requiere de una temperatura aproximada a los 150 millones de ºC, para una potencia de 16 Mw. La primera máquina del mundo de producción real de energía de fusión se construyó en 1997 en Oxford (Reino Unido) y se denomina Joint European Tows (JET), de16 Mw. El segundo experimento de importancia relevante es el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), primer reactor nuclear que se está construyendo en el sur de Francia, y del que se espera que en 2030, se obtenga energía eléctrica de consumo directo. Está implicada en este experimento la mitad de la población mundial (EE.UU., U.E., China, India, Rusia, Japón, Corea del Sur) y la inversión, creo, está justificada si, como argumentan los científicos, 1 Kg. de energía de fusión equivaldría a la energía obtenida por 10 millones de Kg. de combustible fósil. Otro ejemplo; con la batería de litio de un portátil y ½ bañera de agua nos daría el combustible de fusión para cubrir las necesidades energéticas durante 30 años de un ciudadano.
¿Cuál es la idea, entonces? “Generar pequeñas celdas de energía de fusión como pequeños soles y de construcción barata, para generar energía necesaria y dejar de contaminar el planeta”, nos dice Steven Cowley.

A modo de corolario, como hizo Punset, la energía atómica de fusión es la mejor energía que se pueda imaginar: no contamina, no emite sustancias radiactivas a la atmósfera, es inagotable, no genera residuos… y un día será igual de barata o tan cara como cualquier otra, pero necesitamos hacerlo bien para generar la energía que necesitamos a los precios que necesitamos… y se preguntaba Eduard Punset; ¿Por qué gastamos tan poco en diseñar una energía que es puro conocimiento y que va a transformar la vida de nuestros nietos en el futuro? Y el físico británico sentenció: “La energía dejará de ser un recurso y pasará a obtenerse del conocimiento humano, modificará la forma de interactuar en el mundo y dejaremos de depender de la energía asociada al territorio”.

(Tras revisar las notas de la científica en sus cuadernos negros, pude extraer este jugo energético sobre cómo el conocimiento modificará nuestra forma de vida, y sobre todo, permitirá a los hijos de nuestros nietos seguir disfrutando de cada bello rincón de este, nuestro planeta, que como indica James Lovelock, “es un sistema vivo que se comporta como tal”, con una dieta energética tan estricta que deberemos de prestar atención a los avances alcanzados en los próximos años. De ellos dependerá nuestra propia vida).

(Publicado en la revista Enova. Energías limpias de Andalucía nº12/2012)

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