sábado, 31 de diciembre de 2022

25 años de amor compartido

 25 años. Un cuarto de siglo. Otro año en el zurrón. Otro año a la talega...pero en esta ocasión sí que es un año especial.

Cuando los albores del siglo XXI casi aparecían y los estertores del viejo siglo XX de las guerras casi finalizaban, una bella historia de amor surgió del frío.

De un frío de enero que recordaba a diciembre. de un frío helador que se acompañaba de alegrías y de felicidad. Un frío que ahora ya no se recuerda. Un amor de los de antes. De los que ya no se estilan.

Esta noche mágica vino a unir a dos corazones que andaban preocupados con su futuro. Uno quería escapar de una vieja historia "amarga" y otro ansiaba pasarlo bien, entre los algodones de un nutrido grupo de amigos.

Pero el brillo de sus ojos fue especial. El tacto de sus manos y sus mejillas no se olvidará jamás.

Y cuando comenzaba a despuntar el alba, se separaron con la convicción de ella de que a aquel joven no lo volvería a ver jamás. Pero él sabía que acababa de encontrar a su alma gemela. No hizo falta más tiempo. No lo necesitaban. No hizo falta más sonrisas. No se escapaban.

y aquí nos encontramos. Como si fuera ayer. Con los deberes cumplidos. Con los dedos entrelazados y mirando al futuro con esperanza, con AMOR y con SALUD.

Gracias por estos 25 años de amor compartido, por ser mi amiga, mi compañera, mi hermana, mi amante, mi esposa, mi CARI, mi sendero, mi luz y sobre todo, por ser mi compañera de vida. Por ser la mejor enfermera que existe, por resolver mi dieta semanal, por ser mi consejera, y porque a pesar de todo, hoy podemos decir que el amor ha triunfado.

Déjame que te diga como el viejo bolero: "como han pasado los años, las vueltas que dio la vida, nuestro amor siguió creciendo, y con el nos fue envolviendo, habrán pasado 25 años, pero el tiempo no ha querido que pase...lo nuestro".

Con todo mi amor, para que celebremos otros 25 más, TE QUIERO y te Querré siempre!!!

Un año para celebrar la VIDA

 25 años de nuestra era. Un cuarto de siglo. Otro año más, pero otro año más diferente.

Como diría el viejo cazador, otro año en el zurrón, o en la talega, como también diría mi viejo camarada Carlos, otro año para celebrar la VIDA.

Un año raro. Que comenzó con silencios. Con esperas. Con descubrimientos. Con sabores agridulces, sin certezas de que fueran a gustar. Pero probamos aquella medicina con riesgo y con valentía, y todo fue deparando en sonrisas y apretando doctas manos que nos devolvían a un estado casi catatónico, donde el agradecimiento salía por los poros de nuestra piel recuperada.

Carlos fue el primero de la lista casi interminable, probando grapas y anestesia. Todo salió de maravilla. Un susto que quedaba agazapado en el cuarto oscuro sin poder salir a jugar en este salón grande que es la VIDA. Recuperación al lado de su preciosa enfermera de cabecera, que igual conjuga un bacalao impresionante con piñones y pasas, que atendía sin denuedo, al paciente necesitado más de atención que de cuidados. Pero después de más de 50 años juntos, un puñado de grapas no iba a provocar ninguna rebelión a bordo del velero llamado AMOR, amarrado en el puerto de Marqués de Linares.

Luego hubo que visitar la gran y preciosa Córdoba en varias ocasiones para luego probar la misma medicina. Otras manos doctas que dieron más batería a este que escribe, y agradecidos corazones fueron a regalar aceite de Jaén a eminencias cordobesas. Nunca habrá suficientes olivas para regalar el necesario aceite que embadurnar las tostadas que las generaciones venideras descendientes de aquellas 8 manos, hicieron posible que hoy estemos aquí. Por éso solo esas manos cordobesas seguirán la evolución del escribiente y seguirán catando el aceite regalado hasta el final de los días. Y cómo olvidar la profesionalidad, la amabilidad, el cariño recibido de todas las partes, pero sobre todo de la más próxima. De aquella, que de manera impecable y sonriente, acudió cada día durante más de 131 días a apagar les necesidades del paciente. Buscando alternativas, nuevos fármacos, nuevas necesidades para mejorar la vida de su querido paciente, que agradecido, siempre tuvo una sonrisa presta para regalar y una deuda impagable en la talega. El velero AMOR volvía echar anclas en Menéndez Pelayo.

Pero cuando parecía que todo volvía a la calma, y a pesar de que como dice el viejo marino Pérez - Reverte, en el mar siempre hay que estar al acecho y con un ojo abierto y otro entreabierto, la tempestad se hizo presente una noche calurosa de verano, para a la gran cocinera y madre de todos, la vieja apéndice extirpar. Todo se resolvió a las mil maravillas. Manos sevillanas y jóvenes que se vienen a sumar a las cordobesas, y de nuevo, más grapas que cuidar por las excelsas manos de la enfermera titular de la familia. Yo diría como mi padre afirmaba, que la doctora de la familia, estuvo siempre pendiente de todo y de todos. Y consiguió el trofeo final. Que su querida madre saliera por la puerta grande de San Agustín, con otra deuda y con agradecimiento en el corazón.

Pero no faltaría la bacteria de Gema. Aquella que por agosto hizo acto de presencia y que vino a poner en jaque esta familia. Entre auxiliares, enfermeras y médicos que por Agosto visitaron su habitación, el Quirón parecía el camarote de los hermanos Marx, aunque todo con mucha calma y atenciones. Hasta que llego Rodrigo, y no Díaz de Vivar, sino el ginecólogo residente en Nueva York a evaluar la dolorosa situación de Gema. Y dio con los antibióticos correctos. Otras manos que sumar a la larga colección. Y milagrosamente, todo rastro desapareció. Toda letanía de aquellos días de crucigramas y visitas a la Canasta terminaron como tenían que terminar, con un final feliz.

Historias que vienen a refrendar que todos los días hay que dar gracias por la VIDA. Por la suerte que el Sol nos edulcore el alma y nos caliente el corazón. Porque la lluvia nos cale tan dentro que no haya posibilidad de evitar su frescor y su tranquilizador repiqueteo. Para poder brindar ante la chimenea con el hipnótico chisporroteo ante nuestros sueños que se hacen realidad, con las tres historias que de distinta manera pero con un mismo final, nos demuestran que la confianza debe ser nuestro mayor aliado. 

Confiar que el amor, la esperanza y la SALUD son nuestros mayores tesoros y nuestros mejores presentes. Todo lo demás es superfluo y prescindible. 

Gracias a todos y gracias a que esta familia es una GRAN FAMILIA hoy podemos gritar a los cuatro vientos un enorme GRACIAS sabiendo que a pesar de las piedras que nos hemos encontrado en el camino nuestro espíritu positivo ha provocado que este brindis sea una realidad tan bonita.

Os deseo a todos un 2023, sin piedras en el camino y lleno de SALUD, ESPERANZA y AMOR.

Feliz 2023 !!!!!



ENTREVENTANAS, MUROS QUE ABRIGAN

 

Hay muros que propiedades ocultan, muros que aíslan pero que no abrigan, que no encierran el rumor de palabras, el rumor del agua, el calor del amigo, la luz desbordante del patio andaluz. Un patio que, aderezado de nostalgia linarense y con fuente perpetua, convoca a esta tabernae gastronómica a todo paciente necesitado. Unos muros que disponen de una escalera hacia el cielo, hacia la torre vigía donde imaginar que uno tiene el frescor del mar a sus pies, mientras los platos van subiendo y una coqueta galería con pequeños veladores nos recuerda el París de los años 30.

Una sala reconfortante con una barra a modo de burladero donde ocultar la cava de vinos selecta, salpimentada de pilares esbeltos, con el aroma de los platos que desde la cocina se sirven como naipes en una timba de póker, con la salvedad que entre estos muros no puedes ir de “farol”, porque todo es verdadero, todo es manejado con sonrisa no caduca, mientras Vicky se multiplica entre cielo y tierra subiendo por la escalera de color y Javi distribuye los comensales que tenían una doble pareja reservada abriendo el juego, Raquel tendrá que hacer malabarismos en una cocina bien aprovechada, repartiendo huevos con gulas, flamenquines o codillos al horno y de postre, tartas y tiramisú.

Y cuando la timba termine, y cada uno recoja sus emociones en tazas de latón, sabremos que durante un par de horas nuestro corazón habrá latido al ritmo del agua constante, indicándonos que la calma y la paz fueron recetadas por doctas manos, porque cuando el diagnóstico pronostica un exceso de estrés siempre hay un patio andaluz que reconforte el alma, que abrigue el corazón pues cualquier medicamento químico no tendrá las  vitaminas, los nutrientes y los excipientes básicos para rebajar las pulsaciones con la misma armonía y sosiego que el que aportan esos viejos muros encalados. Muros que cuentan secretos linarenses. Muros que encierran historias verdaderas. Muros que abrigan al paciente cuando se despide entre sonrisas cómplices y agradecidas, viéndose reconfortado y sabiendo que aquella es la primera dosis de un tratamiento recetado de por vida, y que deberá de regresar a aquel lugar especial si quiere mejorar. Si quiere seguir viviendo.

Y si en sus muros ven unas puertas ojivales de madera con un candil, recen al Cristo de la Expiración, Él les bendecirá y en silencio, les dará las gracias. 

Juanjo Argudo y Alicia Mota, pacientes del “Entreventanas                                               24 Junio de 2022.              

lunes, 2 de mayo de 2022

SEGUIRÁ LLOVIENDO

 Seguirá lloviendo…a pesar de que el horror de la guerra lo tiñe todo de negro muerte, de negro miedo, de negra oscuridad, de negra ansiedad, de negro futuro robado.

Seguirá lloviendo…mientras quede un solo árbol sobre la Tierra, mientras despunte el primer rayo de Sol, mientras el agua pura pueda limpiar las heridas y borrar los malos recuerdos.

Seguirá lloviendo…a pesar de los que se empeñan en separarnos, a pesar de aquellos que quieren apropiarse de la memoria, de mis cariños, de tus besos, de mis caricias, de tus consuelos, de mis olvidos, de tus desvelos, de mis esfuerzos…porque siga lloviendo amor.

Seguirá lloviendo…mientras un bebé necesite tu leche, mientras una niña requiera tu consejo, mientras una madre baje hasta los infiernos para rescatar a su hijo desolado, mientras esa misma madre llore por los cuatro costeros cuando su hijo hace la primera comunión y luego sufra por los primeros amores, las primeras evaluaciones, las primeras decisiones,…para una madre, todo se convierte en primerizo...porque siempre quiere acertar.

Seguirá lloviendo…cuando aprietes su mano tierna y broten lágrimas de ternura, cuando entregues un beso y recibas cientos, cuando robes un abrazo y te condenen a devolver miles, y siempre que no esperes que llueva… seguirá lloviendo.

Seguirá lloviendo…porque si no lloviera…la luz se apagaría, la Tierra se secaría…los corazones se arrugarían…y quizás, en ese preciso momento,  nada tendría sentido.

Seguirá lloviendo…como lo ha hecho siempre, a pesar del cambio climático, a pesar de las chimeneas de odio, a pesar de las emisiones de ese gas tóxico denominado envidia, a pesar de las invasiones pueriles, a pesar de los agujeros negros de rencor,…nada podrá impedir que nos empape esa lluvia del amor desinteresado, de ese amor desdibujado, pero ese amor entregado en cuerpo y alma a todos los que quieres. A todos los que forman tu galaxia…a todos los que te hicieron como eres…a nuestras madres, pero también a nuestros padres…ellos también forman parte de ese espacio y de ese horizonte.

Seguirá lloviendo…porque no hay límites al amor, porque no hay límites al corazón…porque mientras esa lluvia nos empape…no habrá toalla que nos pueda secar…no habrá motivos para secarnos…ese es nuestro mayor regalo.

Felicidades A TODAS LAS MADRES. 1 mayo 2022