sábado, 12 de julio de 2014

Entrevista a Alberto Campo Baeza


  
Alberto Campo Baeza. Arquitecto
 

"Con la arquitectura yo busco la belleza y la libertad"

La Casa del Infinito, en Zahara de los Atunes, es su último proyecto. Su obra concentra la esencia constructiva del arquitecto por excelencia de espacios sobrios y diáfanos erigidos en torno a la luz.
La última vivienda que Alberto Campo Baeza (Valladolid, 1946, aunque gaditano desde los dos años) ha proyectado junto a Zahara de los Atunes, la Casa del Infinito, es la portada de una prestigiosa revista china, Archicreation, que incluye una monografía de todas sus casas desde 1974. Una obra que concentra la esencia constructiva del arquitecto por excelencia de espacios sobrios y diáfanos erigidos en torno a la luz. Y en torno a la poesía y literatura, siempre.


-Dice que la Casa del Infinito que ha proyectado en plena playa de los Alemanes es la más radical de su carrera. ¿Por qué?

-Desaparecen todos los elementos de encima, la cubierta, sólo queda una plataforma, como si se tratara de un barco. No se aprovecha la azotea, toda ella es como un pantalán, y constituye la primera entrada a la casa. Es la parte que se convierte en protagonista.

-¿Buscaba esto el cliente o lo dejó en sus manos?

-Ella es una arquitecta belga que está casada con un hombre de negocios potente. Me llamó y me dijo que quería una casa mía, que confiaba en mí. Y no me impusieron nada. Yo necesito tiempo, como cuando un médico establece el diagnóstico de un enfermo. Sólo cuando decido que ese cajón se haga en travertino con manchas de ónice, que hace que se funda con el color de la arena, se mostró disconforme, pero al final le gustó. En lugar de jardín, tiene arena de la playa.

-Pero hoy es muy complicado construir en la playa.

-Sí. Pero esta casa sustituye a la primera que hizo en la playa de los Alemanes, allá por los 50. Un alemán vino y compró un terreno enorme, dejó dos parcelas para sus hijos y en la otra hizo su casa, en este mismo lugar. Pero estaba muy deteriorada, había que hacerla nueva y no hubo problemas de normativa. Además, se funde bastante con el paisaje.

-Recuerda la Casa Malaparte, sobre ese acantilado en la isla de Capri.

-Es la Casa Malaparte, efectivamente. La he tenido de referencia. Es más emergente, con más agua alrededor, pero de alguna manera, es la misma idea. En ambas se parte de la azotea.

-Construir en este paisaje debe inspirar mucho más.

-La verdad es que sí. Cuando me llama para encargarme este proyecto y en esta parcela... Ha sido un regalo y me he dejado la piel.

-Junto a esta casa proyectada en Cádiz aparece en Archicreation un monográfico de todas sus casas. ¿Cuál fue la primera?

-Hice la primera en Madrid para un amigo de mi hermano. Pero considero la Casa Turégano como mi primera casa, donde me dejaron mojarme un poco.

-¿Cambiaría algo o ya tenía las ideas claras?

-Nada, la haría casi igual. Es muy pequeña, con espacios que se interconectan. Estoy haciendo ahora una casa en las afueras de Madrid y toma temas prestados. En ella ya puse todo lo que entiendo por arquitectura. Sobria, radical y cómoda, para que la gente esté a gusto y no para lucirme.

-¿En cuál de estas casas se quedaría a vivir?

-En cualquiera, aunque estoy más a gusto en las pequeñitas. La de Zahara es preciosa, pero tiene 8 dormitorios y es excesiva. Yo vivo en un apartamento de 30 metros cuadrados y me bastan y me sobran. También estaría muy a gusto en la Casa Gaspar, en Zahora.

-En su libro La idea construida habla de la supervivencia de las ideas. ¿Qué idea le ha acompañado siempre? 

-La libertad. Una de las cosas que uno ve con la edad son esos conceptos que parecen tan abstractos, pero que tocas con las manos. Ya no sólo la libertad en todos los terrenos de la vida, sino la misma libertad de proyectar. O la belleza, que es el tema en que baso mi discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes San Fernando, que se titula Buscando denodadamente la belleza. La belleza no es algo difuso, ni etéreo. María Zambrano decía que la poesía es la palabra acordada con el número. Y esto pretendo con la arquitectura, busco la belleza y la libertad. En este caso con cuatro materiales y de forma muy elaborada.

-¿Pero  son libres los arquitectos?

-Con crisis o sin crisis, claro que sí. Es la libertad con la que se mueve cualquier creador, o un cirujano como mi padre. Estudiaba como un loco sus operaciones y cuando creía que no debía operar, pues no  operaba.

-¿Qué aprendió de él?

-Mi padre murió el año pasado con 104 años. De él lo aprendí todo, le adoraba. Hace poco, en una conversación de esas tranquilas, nos dijo que sacó 19 matrículas de honor en la carrera. Le pregunté que por qué no lo había dicho antes, y me dijo: hijo mío, esas cosas no se dicen. Una semana antes de morir se escapó con mi hermana, que le llevó a tomar un helado a Los Italianos, porque su mujer no le dejaba. A mi hermana le para la gente para contarle anécdotas, que no le cobraba a los pobres, por ejemplo. La gente le quería mucho en Cádiz, en el barrio de la Viña, donde tenía su consulta. Era un tipo brillante, divertido y muy bueno.

-Siempre ha sido un arquitecto sobrio, admirador de la economía de la construcción. ¿Qué hay de los grandes y millonarios derroches arquitectónicos que hemos visto en este país?

-No hace falta hacer cosas tremendas. Es como quien dice que Noah Gordon escribe muy bien porque ha vendido millones de libros. No señor. Pero esta sociedad es bastante inculta. Le pones una cosa sobria y no lo entiende. La gente admira los monstruos.

-¿Ha rechazado algún proyecto por considerarlo inviable?

-Claro. Me encargaron muy generosos desde Caja Granada la nueva ópera de Granada. Pero les dije que la ciudad no necesita una ópera. Después se hizo un concurso, pretendían que lo presidiera, e insistí en que no creía en el proyecto. Se montó un jurado, se hizo, lo ganó un japonés y todos felices. Pero no se ha hecho, ni se hará nunca. No creo que no haya que seguir haciendo grandes edificios, sino los que necesita la ciudad. Y se han hecho muchos edificios innecesarios, por no hablarte de la corrupción no latente, sino patente.

-¿Se recompondrá esto en algún momento?

-Los pesimistas dicen que ya los generales romanos eran corruptos. Pero el ser humano tiene los recursos para cambiarlo. Lo que ocurre es que estamos viendo de cerca la mierda. Y los que más protestan, son 'a los que pillan muchas veces con las manos en la masa.

Fuente: Diario de Sevilla

domingo, 6 de julio de 2014

MVR, Menos es más (Less is more)

En otro suplemento dominical, leo por casualidad (y es que ya quedó claro que leo todo lo que puedo, casi como una obsesión enfermiza) otro reportaje del gran arquitecto alemán, cuyo título impacta "MVR. Less is more".

Hablamos del arquitecto que ocupó nuestra entrada anterior, y que ahora con el permiso de Anatxu Zabalbeascoa - cuyo blog "del tirador a la ciuda" que publica en el diario el país.com y con gran seguidores - voy a tratar de diseccionar aquí para los lectores del blog.



 Mies repasando unos documentos en su estudio.


El arquitecto alemán no estudió en la universidad, por lo tanto no se graduó ni siquiera obtuvo el bachillerato, porque empezó a trabajar a los 15 años. El único objetivo que tuvo en la vida era: CONSTRUIR, y renunciaría a todo para conseguirlo.Abandonó a su mujer, apoyó a los nazis (aunque no fuera explícitamente, si fue de manera sucinta), y se conviertió en el arquitecto radical, que hizo del acero y del vidrio sus señas de identidad, que hicieron que sus edificios hablaran por él.

Tanto es así que su hija Georgia dijo de él "No se hizo a sí mismo, se creó".

Maria Ludwing Michael Mies der Rohe (Aquisgrán, 1886 - Chicago, 1969) fue hijo de un cantero cuyo último biógrafo y arquitecto, Detlef Mertins, murió antes de ver publicado el trabajo de 10 años. MIES (Phaidon, 2014), y donde descubre todas las aristas de un creador clásico y moderno a la vez, perfectamente reconocible, pero difícilmente imitable.

¿Dejó Mies una huella nociva de rascacielos de vidrio y acero?  


Tuvo una dedicación tan enfermiza al trabajo, que acudió las dos últimas décadas de su vida en silla de ruedas a ver las obras, por una artritis galopante.

Su primer cliente, el filósofo Alois Riehl, le encarga una casa a las afueras de Berlín en Postdam, cuando Mies cuenta con 20 años y le transmite una idea fundamental que acompañaría al por entonces joven arquitecto:

"La transformación del individuo como requisito para transformar la sociedad"

La obsesión de Mies cuando regresa de luchar en Rumanía en la Gran Guerra, es hacer una arquitectura de "piel y huesos", con la constante de introducir la naturaleza en los edificios. ¿cómo? A través del VIDRIO, como haría en la CASA TUGENDHAT en Brno (la antigua Checoslovaquia) o en los rascacielos de Chicago.Una inquilina del piso 22-A, del rascacielos frente al lago Michigan, dijo "A veces sublime, a veces temible", en referencia a la obra donde vivía.

El pabellón de barcelona para la Exposición Universal de 1929, trajo la Alemania Moderna. Recibió el joven Mies al Rey Alfonso XIII con chistera y como el edificio parecía un mondrian el rey le preguntó si estaba terminado. Y en ese momento pronunció otro mantra que lo acompañaría: "La belleza es la manifestación de la verdad", de S. Agustín, que a su vez tomó prestado un un filósofo griego, platón, y que había manifestado "La belleza es el esplendor de la verdad".

                                   El pabellón de Barcelona de la Expo-1929.



Fritz y Grete Tugendhat le dieron a Mies Van de Rohe un solar en Brno en una colina, donde diseñó lavadoras, un inolvidable jardín de invierno y un sistema para levantar una cristalera de más de 5 metros. Algunos atacaban la vivienda porque el muro de onyx que separaba el salón de la biblioteca había costado más que un bloque de viviendas sociales de la época. Y Grete Tugendhat defendió la construcción impecable de Mies como, "la austeridad evita que pierdas el tiempo", sentenciaba al tiempo que defendía que el menos es más de Mies tenía la máxima importancia para su clienta.

El Less is more que repetimos, Robert Venturi el arquitecto americano, lo tradujo como "Less is a bore" (menos es un aburrimiento", aunque se arrepintió de ese chiste, porque no le hacía justicia a Mies.

Cuando Mies fue nombrado Director de la Bauhaus, en Weimar, Philip Johnson llegó a Europa, y creyó que con los cambios que hizo en la prestigiosa escuela, Mies prepresentaba el summum de la modernidad. Mies Van der Rohe:

- cambia los estatutos
- expulsa a 30 alumnos de izquierdas
- prohibe las actividades políticas (que luego tanto le criticarían sus colegas, al quedarse en Alemania)

Porque en 1933, 40.000 judíos habían emigrado de Alemania, y los profesores de la Bauhaus se exiliaron también:

* Kandinsky a París
* Klee a Suiza
* Grosz a América, conjuntamente con Josep y Anni Albers
* Marcel Breuer a Londres
* Hurt Schwitters a Noruega
* Los Moholy - Nagy a Holanda
* Mies se quedó y fue muy criticado.

Mies se fue de Alemania cuando le ofrecieron dirigir el Illinois Institute of Technology (IIT) en Chicago, y el Dr. del MOMA, Alfred H. Barr jr, consigue que la mujer de uno de los patronos del museo le encarguen una casa en Wyoming. Reforma el I.I.T. y resultó una notable obra, tras lo que manifestó "un edificio solo es interesante si carga al espacio que lo rodea de nuevas posibilidades".

Y llegamos a la casa Farnsworth, en Plano.


                                  Entrada a la casa Farnsworth. Summum de Mies.

La Dra. Edith Farnsworth, nefróloga de 42 años, se entusiasma con Mies Van der Rohe (59 años) y le pide que le construya un refugio en el bosque. El pabellón de acero y cristal que le construye es un referente de la arquitectura del siglo XX, y un enseña de MIES. La doctora lo denunció porque inundaba por la crecida del río FOX y por las miradas de los curiosos. Él se defendió diciendo "La dama esperaba que el arquitecto fuera con la casa". Y Mies ganó el juicio. La Dra. Farnswoth optó por venderla en 1961.

Phyllis Bronfman Lambert, de 27 años, leyó sobre en el Herald Tribune el edificio que iba a construir su padre en Park Avenue. Le pidió que le hiciera un rascacielos. El padre accedió y le pidió que le trajera el arquitecto. Ella encontró a Mies. Como no le dejaron afiliarse al American Institute of Architects (AIA) porque no tenía el graduado escolar, Mies acude a su amigo Philip Johnson, y se asocia con él (pues éste último aparte de historiador tenía estudios de arquitectura) y éte recibe el encargo con lágrimas en los ojos. El Seagram Building en Nueva York. Fue enfrente de esta joya del modernismo arquitectónico del siglo XX, donde Andrey Hepburn en "Desayuno con diamantes" dijo aquello de que quería volver allí.





                                               Seagram building, New York.


 Fuente: elpaissemanal.







jueves, 3 de julio de 2014

Mies van der Rohe, maestro de la arquitectura del XX





Pionero de los llamados "padres de la Arquitectura moderna", supo explorar las virtudes del presente con el objetivo de sentar las bases más firmes para el futuro.

Una monografía reciente titulada simplemente MIES repasa la trayectoria del padre del LESS IS MORE, que con tanto acierte traduce Alberto Campo Baeza como MORE WITH LESS.

"La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio".

" Es imposible ir hacia adelante y mirar hacia atrás; quien vive en el pasado no puede avanzar", son algunas de sus frases más célebres.

El número 161 de la revista Arquitectura y Diseño, lo trae a sus páginas como MAESTRO de innumerables arquitecturas y de arquitectos; de elegancias y de la sencillez elevada a la máxima belleza.

Por ello Mies sería muy crítico con la deriva de la arquitectura sensacionalista basada en los "arquitectos estrella" (star-architects), que tanto daño han hecho a los bolsillos deshilachados de los millares de municipios, pueblos, ciudades, regiones y parques que querían tener, a toda costa, una firma en su regazo, un espantapájaros que se podía plantar en cualquier "rotonda"...

Él, Mies van de Rohe - por cierto se colocó el conjuntivo <van> holandés porque le daba más caché al nombre, porque su verdadero nombre era Maria Ludwing Michael Mies de Rohe, alemán - consideraba la arquitectura como el guardián más fiel del espíritu de los tiempos, porque es objetiva y no está afectada por el individualismo y por fantasías personales (una afirmación que nunca llegó a entender algún arquitecto valenciano).

En un viaje que hizo por los Países Bajos, Van der Rohe entendió que debía aceptar como principio fundamental de la arquitectura la noción de claridad en la construcción.

En sus proyectos la estructura no era un elemento a ocultar, sino una parte más a mostrar, porque la parte estructural era la "estabilidad del edificio", y se exigía desenmascarar y diferenciar aquellos elementos portantes de aquellos que no lo son, y reducir éstos últimos a la mínima experesión.

Mies distribuía inteligentemente las divisorias, lograba separar los espacios sin que estas llegasen a las paredes perimetrales ni al techo, usando tan solo las puertas para omprender y utilizar esos espacios; así cedía el protagonismo al CONTENEDOR y no al CONTENIDO.

Mies no hubiese mostrado sorpresa si definiéramos su arquitectura como conservadora y a la vez que radical; CONSERVADORA, porque atendía a los principios clásicos:

- Orden estructural
- Relación espacial
- Proporción

Y RADICAL, porque aprovechó todas las fuerzas motrices de la época: ciencia, tecnología, industrialización y economía.

Por esos motivos, y por los que descubrimos en cada obra, Mies van der Rohe nos regaló su magisterio, derramando su inteligencia en las generaciones futuras.

Fuente: Revista Arquitectura y Diseño 161

martes, 1 de julio de 2014

Premio para "El asedio" de Arturo Pérez - Reverte






Arturo Pérez-Reverte, escritor y periodista.
LITERATURA Galardón

'El asedio', de Pérez Reverte, gana el premio británico Internacional Dagger

  • Este galardón, que reconoce la mejor novela de género policiaco traducida y publicada en el país británico, ha recaído en anteriores ediciones en Fred Vargas, Pierre Lemaitre y Andrea Camilleri, entre otros


Arturo Pérez-Reverte ha sido galardonado con el premio CWA International Dagger que la Crime Writers' Association (asociación de escritores de novela negra, en español) ha otorgado al escritor por su novela 'El asedio', publicada en España por Alfaguara y en Reino Unido por la editorial Weidenfeld.
Este galardón, que reconoce la mejor novela de género policiaco traducida y publicada en el país británico, ha recaído en anteriores ediciones en escritores como Fred Vargas, Pierre Lemaitre y Andrea Camilleri, entre otros.


El jurado de este premio ha destacado la "admiración con la manera en que el autor retrata la claustrofobia del asedio de Cádiz (por ambos bandos) durante la Guerra de la Independencia, acontecimiento que sirve de telón de fondo de la investigación y la plasmación de las intenciones éticas del autor".
'El Asedio' transcurre en Cádiz, en 1811, un momento en el que España lucha por su independencia mientras América lo hace por la suya. En esta novela, el autor despliega una narración en la que tiene cabida tanto la literatura de aventuras como la romántica o la marítima, en la que destacan los enigmas, la intriga y el suspense.


Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) fue reportero de guerra durante veintiún años y es autor, entre otras obras, de 'El maestro de esgrima', 'El club Dumas', 'La Reina del Sur', y de la serie histórica 'Las aventuras del capitán Alatriste'. Es miembro de la Real Academia Española. Traducido a 41 idiomas, Arturo Pérez-Reverte tiene uno de los catálogos vivos más destacados de la literatura actual.

Fuente: El mundo