Seguirá lloviendo…a pesar de que el horror de la guerra lo tiñe todo de negro muerte, de negro miedo, de negra oscuridad, de negra ansiedad, de negro futuro robado.
Seguirá lloviendo…mientras
quede un solo árbol sobre la Tierra, mientras despunte el primer rayo de Sol,
mientras el agua pura pueda limpiar las heridas y borrar los malos recuerdos.
Seguirá lloviendo…a pesar de
los que se empeñan en separarnos, a pesar de aquellos que quieren apropiarse de
la memoria, de mis cariños, de tus besos, de mis caricias, de tus consuelos, de
mis olvidos, de tus desvelos, de mis esfuerzos…porque siga lloviendo amor.
Seguirá lloviendo…mientras
un bebé necesite tu leche, mientras una niña requiera tu consejo, mientras una
madre baje hasta los infiernos para rescatar a su hijo desolado, mientras esa
misma madre llore por los cuatro costeros cuando su hijo hace la primera
comunión y luego sufra por los primeros amores, las primeras evaluaciones, las
primeras decisiones,…para una madre, todo se convierte en primerizo...porque
siempre quiere acertar.
Seguirá lloviendo…cuando
aprietes su mano tierna y broten lágrimas de ternura, cuando entregues un beso
y recibas cientos, cuando robes un abrazo y te condenen a devolver miles, y
siempre que no esperes que llueva… seguirá lloviendo.
Seguirá lloviendo…porque si
no lloviera…la luz se apagaría, la Tierra se secaría…los corazones se
arrugarían…y quizás, en ese preciso momento,
nada tendría sentido.
Seguirá lloviendo…como lo ha
hecho siempre, a pesar del cambio climático, a pesar de las chimeneas de odio,
a pesar de las emisiones de ese gas tóxico denominado envidia, a pesar de las
invasiones pueriles, a pesar de los agujeros negros de rencor,…nada podrá
impedir que nos empape esa lluvia del amor desinteresado, de ese amor
desdibujado, pero ese amor entregado en cuerpo y alma a todos los que quieres.
A todos los que forman tu galaxia…a todos los que te hicieron como eres…a
nuestras madres, pero también a nuestros padres…ellos también forman parte de
ese espacio y de ese horizonte.
Seguirá lloviendo…porque no
hay límites al amor, porque no hay límites al corazón…porque mientras esa
lluvia nos empape…no habrá toalla que nos pueda secar…no habrá motivos para
secarnos…ese es nuestro mayor regalo.